Simboliza regeneración, purificación o iniciación en los misterios de la vida. Agua que mana es vitalidad y fuerza vital. Fuente seca indica vanas esperanzas. No poder beber de ella significa esperar antes de que las esperanzas se hagan realidad. Agua fresca y limpia significa satisfacción de necesidades físicas, emocionales o espirituales. Agua turbia amenaza de ruina. Fuente en el jardín simboliza prosperidad en todos los sentidos.